Nosotros como jóvenes inmersos en este mundo lleno de cataclismos emocionales provocados hasta por el mínimo intento de ser felices podemos encontrar en la lectura una infinidad de apaciguantes, innovadoras, románticas, obscuras, reveladoras y hasta quiméricas experiencias. No tengamos miedo de caer en la mal llamada cursilería de adentrarnos en un libreo, de privarnos de un exterior que de manera insulsa nos apolilla toda nuestra bella mentecita con todo y sus ideas... y la capacidad de llevarlas a flote.
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