7 estrategias en las competencias digitales

La innovación comienza con las personas y es por eso que las e-competencias son tan relevantes. Por ello, es necesario contar con competencias interdisciplinarias, cognitivas (e-awareness) y de resolución de problemas.


Aunque estas competencias no están restringidas a habilidades técnicas de saber utilizar las TIC, ellas juegan un papel estratégico. Por ello, es que resulta tan curioso que el 37% de los ciudadanos europeos no tengan habilidades en el uso de la PC! (Eurostat). Igualmente peculiar resulta el que los jóvenes europeos parecen estar cada vez menos interesados en estudiar matemáticas, ciencias y tecnologías (eso sin mencionar a las mujeres que utilizan menos del 20% de las plazas en TI). [CEPIS]


Lo anterior, explica por qué los “policy makers”, de ese continente, están tan interesados en impulsar el papel de las e-skills (tanto a nivel de usuario como de especialista, ver perfiles) y en potenciar las oportunidades del aprendizaje a lo largo de toda la vida. Existe, en diversas esferas, la comprensión de que aquellos trabajadores suficientemente actualizados en cuanto a sus competencias, cuentan con mejores expectativas, mayores posibilidades productividad y de aprovechar mejor su potencial, lo que brinda mejores perspectivas para su desarrollo profesional [Verheugen, 2007].


Es importante no olvidar que este no es un problema únicamente de Europa, la diferencia está en que allá al menos lo están atendiendo en términos de agenda regional. Al revisar, otros rincones del planeta por ejemplo el caso de Nueva Zelandia, se observa un panorama muy similar al latinoamericano. Aquí un breve resumen de ello:


Insuficiente cantidad de personas trabajando en TIC. Volúmenes decrecientes de estudiantes de educación superior, vinculados a carreras en TIC. Percepción negativa sobre las carreras vinculadas a las tecnologías de información. Insuficientes niveles de e-skills en los jóvenes. Migración al extranjero de los profesionales más e-competentes [Matthews, NZCS]. Todo esto ocurre, mientras la demanda de mano de obra e-calificada (a nivel de usuarios y expertos) crece cada vez más [CEPIS].


Siete estrategias


Tal como pudimos ver en el workshop de e-competencias, no hay soluciones mágicas. Sin embargo, hay estrategias muy pertinentes que pueden ayudar a revertir esta situación. Aquí un compendio de algunas de las que nos han parecido más pertinentes (mix con las lecturas previas y las aquí citadas):


1. Implementar una agenda consistente de largo-plazo (transexenal, para decirlo claramente).

2. Estimular las instancias de cooperación entre los sectores públicos y privados a fin de vincular el entrenamiento básico de e-competencias, con la educación superior y el desarrollo profesional.

3. Acciones conjuntas, claras y decididas entre creadores de políticas públicas y agentes del sector industrial, para impulsar y promover el desarrollo de e-habilidades en la educación y en el trabajo.

4. Asegurar la e-inclusión y el desarrollo de una alfabetización digital, así como de formación de e-competencias que tengan cabida también para los sectores más excluidos [Verheugen, 2007].

5. Generar las instancias, procedimientos e instituciones, regionales e internacionales, para favorezcan la estandarización de certificaciones en cuanto al cumplimiento de e-competencias [CEPIS].

6. Impulsar campañas conjuntas (industria, gobierno y sector educativo) que promuevan el cumplimiento de estas certificaciones en e-competencias (es decir, más allá de “saber usar la computadora”) [Matthews, NZCS].

7. Incorporar cambios sustantivos en las prácticas de enseñanza-aprendizaje en el sector educativo:

a. Pasar de una educación basada en los contenidos a una educación que integra conocimiento aplicado y habilidad de resolver problemas. “Data-information-knowledge-skills”(Stephenson and Yorke, 1998).

b. Aprendizaje flexible, que favorezca la experimentación.

c. Aprovechar las oportunidades del “Extended Blended Learning” (Bleimann y Röll, 2006) que combina el uso de plataformas de aprendizaje, con enseñanza cara-a-cara y con aprendizaje basado en proyectos, que ayudan a estimular un aprendizaje contextual y orientado a la acción.


Vía e-rgonomic


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